Bruxismo
El bruxismo es una liberación de tensiones internas a través de la boca. Se trata de un hábito involuntario, en el que se apretan o rechinan las estructuras dentales sin propósitos funcionales, por tal motivo se lo denomina una parafunción.
El origen del bruxismo puede ser local, es decir, intrabucal con desencadenantes, que suelen ser producto de un estado de ansiedad. Adicionalmente se han estudiado factores genéticos y asociaciones con otras enfermedades como las alergias. Dado que la negación del paciente ante un estado de estrés es muy característica y el cuadro clínico puede ser asintomático, el odontólogo debe ser muy acucioso para identificar el estado de ansiedad presente y para determinar el tratamiento a implementar.
Muchas veces esta parafunción trae consigo dolores de cabeza y hasta cervicales producto del estrés propagado por la carga disipada desde el rechinamiento o apretamiento de los dientes.
El tratamiento del bruxismo tiene múltiples abordajes. Principalmente el objetivo es disminuir el dolor y tratar de evitar que se produzca un daño dental irreversible.
Para evitar o frenar el daño que se produce en los dientes y disminuir la sobrecarga muscular causada por el bruxismo, se utiliza un “intermediario oclusal” (conocido vulgarmente como placa de relajación), que cumple la misión de proteger la dentadura de la presión que ejerce el paciente cuando los aprieta y rechina. La “férula” utilizada normalmente en maxilar superior tiene otros objetivos, y por eso es también denominada placa de protección, de contención y de relajación. Está hecha de resina, es rígida, y si bien se suele utilizar por la noche antes de dormir, se debe llevar también durante el día en caso de que sea indicado.
El problema es que la férula no suprime el hábito del paciente de apretar los dientes y, al retirarla, vuelven las molestias. Algunas medidas que puede tomar el paciente para paliar los síntomas son:
- Recibir y aprender técnicas de relajación que le ayuden a reducir el estrés y la ansiedad.
- Realizar ejercicios de estiramiento indicados por un fisioterapeuta para facilitar la recuperación del equilibrio muscular y articular de ambos lados de la cabeza.
- Esforzarse por relajar los músculos faciales y las mandíbulas durante el día, para intentar convertir esta acción en un hábito.
- Combatir el insomnio instaurando unos buenos hábitos de higiene del sueño.
- Masajear los músculos de cara, cuello y hombros para reducir la sensación dolorosa.
- Evitar aquellos alimentos que resulten duros o de difícil masticación e hidratarse adecuadamente.
- Aplicar calor húmedo.